La Guerra de Vietnam marcó un hito en la historia militar convencional, tanto por la amplitud del combate guerrillero como por el creciente uso de helicópteros (como se vio en algunas de las películas consultadas), que proporcionaron una gran movilidad en terrenos difíciles.
Además, fue esencialmente una guerra del pueblo porque la mayor parte de la población civil fue movilizada para algún tipo de participación activa y padeció la situación de guerra casi en las mismas circunstancias que las fuerzas militares.
El amplio uso que hizo Estados Unidos de armas químicas, como el napalm, mutiló y mató a miles de civiles. Y el empleo de defoliantes, principalmente el agente naranja, utilizado para eliminar la cobertura vegetal, no sólo devastó el medio ambiente en un país esencialmente agrícola, sino que dejó perjudiciales secuelas para la salud física de los seres humanos –vietnamitas y estadounidenses– que estuvieron en contacto con ese agente químico, como se pudo apreciar en el documental citado con anterioridad.
La derrota constituyó un golpe profundo al orgullo estadounidense, y a la creencia de que su nación era invencible. Afectó la confianza de los ciudadanos en su sistema de gobierno y se sintieron engañados por los líderes políticos que su voto había llevado al poder, pues les habían dado informes falsos acerca de la guerra.
Este sentimiento se hizo extensivo a los soldados que regresaban de Vietnam y quienes, heridos física y moralmente, no fueron recibidos en su patria ni recibieron tratamiento de héroes. Muchos de esos soldados pasaron por grandes dificultades para conseguir trabajo y readaptarse a la vida familiar.
Según el Departamento de Veteranos estadounidense, medio millón de ellos sufrían problemas psicológicos relacionados con las experiencias en la guerra. El síndrome de Vietnam dejó huellas imborrables en toda una generación de jóvenes y en sus familias, tanto por los daños físicos producidos por las heridas de la guerra y la exposición a los agentes químicos, como por el efecto psicológico provocado por el terrible recuerdo de la muerte y sufrimientos de numerosos compañeros y civiles vietnamitas.
En el ámbito político internacional, la Guerra de Vietnam trajo consigo el desprestigio de Estados Unidos en un mundo conmocionado, por las imágenes que recibía a través de la televisión y la prensa escrita, acerca de una guerra que la presencia de Estados Unidos prolongaba inútilmente. En cambio, el bloque comunista salió fortalecido con la integración de un nuevo país miembro en un área de influencia de gran valor estratégico.
Dentro de Vietnam, las rencillas entre el norte y el sur no han podido sanarse aún. Los del sur insisten en que los del norte saquearon sus tierras una vez que los estadounidenses se fueron del lugar y en que su cultura es muy distinta y mucho más occidentalizada que aquella que tienen los del norte. También el factor de la religión sigue siendo determinante en el país.
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